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El aceite esencial es el verdadero oro líquido y joya natural. Muchas veces no reparamos en las pequeñas cosas que nos regala la naturaleza- los aceites esenciales que nos proporcionan las plantas aromáticas con su majestuosidad. Siempre íntimamente ligada a la vitalidad y curación, dependiendo de donde crecen y el cuidado exquisito con el que se siembran y su posterior recogida.

 

Los aceites esenciales tienen verdaderas propiedades cosméticas, terapéuticas y emocionales dependiendo de la calidad y pureza del aceite, nunca provocan una emoción negativa, dependencia o cualquier tipo de malestar.

Los aceites esenciales son también muy importantes para la sanación espiritual. Actúan a través del sistema límbico. Conectando cerebro y corazón sin obstáculo alguno, reduciendo de esta manera la preocupación hacia los cambios, ayudándonos a resolver con facilidad las dificultades que la vida interpone en nuestro camino.

Estos problemas se gestionaran con más serenidad y calma con el uso de los aceites esenciales.

Los aceites esenciales los encontramos en unas bolsitas minúsculas que según va madurando la planta se irán llenando de aceite. Dependiendo del tipo de vegetal, estas bolsitas se sitúan en diferentes partes de la planta. Unas se hallarán en las hojas, como puede ser el romero o el geranio. Otras en los pétalos de sus flores como el jazmín. Otros en el tronco o raíz.

Los aceites esenciales se componen de varias sustancias: ácidos, alcoholes, terpenos, cetonas, fenoles aldehídos y de ellos depende el olor de la planta.

El aceite esencial es el verdadero oro líquido y joya natural. Muchas veces no reparamos en las pequeñas cosas que nos regala la naturaleza. Los aceites esenciales que nos proporcionan las plantas aromáticas con su majestuosidad. Siempre íntimamente ligada a la vitalidad y curación, dependiendo de donde crecen y el cuidado exquisito con el que se siembran y su posterior recogida.

Los aceites esenciales tienen verdaderas propiedades cosméticas, terapéuticas y emocionales dependiendo de la calidad y pureza del aceite.

Los aceites esenciales nunca provocan una emoción negativa, dependencia o cualquier tipo de malestar.

Los aceites esenciales son también muy importantes para la sanación espiritual. Actúan a través del sistema límbico. Conectando cerebro y corazón sin obstáculo alguno, reduciendo de esta manera la preocupación hacia los cambios, ayudándonos a resolver con facilidad las dificultades que la vida interpone en nuestro camino.

Estos problemas se gestionaran con más serenidad y calma con el uso de los aceites esenciales.

Los aceites esenciales los encontramos en unas bolsitas minúsculas que según va madurando la planta se irán llenando de aceite. Dependiendo del tipo de vegetal, estas bolsitas se sitúan en diferentes partes de la planta. Unas se hallarán en las hojas, como puede ser el romero o el geranio. Otras en los pétalos de sus flores como el jazmín. Otros en el tronco o raíz.

Los aceites esenciales se componen de varias sustancias: ácidos, alcoholes, terpenos, cetonas, fenoles aldehídos y de ellos depende el olor de la planta.

Son líquidos volátiles y proceden de la destilación de las plantas.

Tenemos que ser conscientes que la aromaterapia (uso de los aceites esenciales) es un maravilloso y natural método para aliviar muchas dolencias físicas y psicológicas, ayuda también a las defensas natural del cuerpo.

Sabemos que la composición del aceite en las plantas es diferente en distintas partes de las plantas. También sucede que el aceite existe solo en una parte de la planta.

Los aceites esenciales tienen enormes propiedades curativas, siendo utilizadas en medicina.

Los aceites esenciales se producen en las plantas en cantidades muy pequeñas, por ejemplo: de 150 kg. de lavanda se puede recibir 1 litro de aceite y de 4000 kg. de pétalos de rosa se obtiene como máximo 1 litro de aceite (teniendo en cuenta siempre que la recolección de pétalos de rosa sea normal).

Por consiguiente es importantísimo conocer al proveedor y asegurarnos que sean aceites esenciales 100% puros y que se hayan obtenido de la forma correcta. Tan importante es el cultivo como la recolección y posterior trato que reciba la planta hasta la obtención de aceite esencial. Para que el aceite esencial tenga verdaderas propiedades terapéuticas debe ser puro, no procesado ni diluido ni adulterado.

Por lo tanto cualquier oferta sospechosamente barata debe ser rechazada por el aromeaterapeuta.

La aromaterapia se basa en siglos de experimentos, en la práctica contemporánea y en pruebas clínicas. Hay que conservar y proteger este patrimonio que nos regala la naturaleza.

 

 

Tenemos que ser conscientes que la aromaterapia (uso de los aceites esenciales) es un maravilloso y natural método para aliviar muchas dolencias físicas y psicológicas, ayuda también a las defensas natural del cuerpo.

Sabemos que la composición del aceite en las plantas es diferente en distintas partes de las plantas. También sucede que el aceite existe solo en una parte de la planta.

Los aceites esenciales tienen enormes propiedades curativas, siendo utilizadas en medicina.

Los aceites esenciales se producen en las plantas en cantidades muy pequeñas, por ejemplo: de 150 kg. de lavanda se puede recibir 1 litro de aceite y de 4000 kg. de pétalos de rosa se obtiene como máximo 1 litro de aceite (teniendo en cuenta siempre que la recolección de pétalos de rosa sea normal).

Por consiguiente es importantísimo conocer al proveedor y asegurarnos que sean aceites esenciales 100% puros y que se hayan obtenido de la forma correcta. Tan importante es el cultivo como la recolección y posterior trato que reciba la planta hasta la obtención de aceite esencial. Son líquidos volátiles y proceden de la destilación de las plantas. Para que el aceite esencial tenga verdaderas propiedades terapéuticas debe ser puro, no procesado ni diluido ni adulterado.

Por lo tanto cualquier oferta sospechosamente barata debe ser rechazada por el aromeaterapeuta.

La aromaterapia se basa en siglos de experimentos, en la práctica contemporánea y en pruebas clínicas. Hay que conservar y proteger este patrimonio que nos regala la naturaleza.