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En estos tiempos todos hemos oído hablar de los chakras, de la cromoterapia y del uso de piedras afines, pero saber cómo funcionan los chakras o el uso del color en terapia, esa es otra cuestión. Desde hace mas de 5000 años, los hindúes saben que nuestro cuerpo físico se alimenta de energías que se manifiestan en diversas formas más o menos densas como son la comida y bebida, o más sutiles como son el aire o las vibraciones no visibles al ojo humano.

 

Estas energías más sutiles son absorbidas por los centros energéticos o chakras cuya función es metabolizarlas y distribuirlas a través de unos canales llamados nadis por todo el organismo.  Como ya explicamos en otro post, en la lengua sánscrita chacra quiere decir rueda, ya que giran permanentemente como si se tratara de un molinillo; estos molinillos girarán más rápido o más lento en función de la energía que estén metabolizando, y esto depende fundamentalmente de nuestros pensamientos y emociones. Cuanto más puros, limpios, o por decirlo de otra forma, cuanto más alta sea la frecuencia de nuestros pensamientos y emociones mejor “rodaran” nuestros chacras, y por ende todo nuestro organismo funcionará mejor.

Son los pensamientos densos como la escasez, la impotencia, la soledad, o las emociones como el miedo, la rabia, o la ira las que “atascan” los chakras. Se podría decir que el 70% de las llamadas terapias alternativas, complementarias o energéticas se basan en armonizar, equilibrar, o restaurar el sistema energético de los chakras. De ahí su gran importancia.

 

Así, los chakras se “alimentan” de diferentes frecuencias vibratorias que se obtienen de diversas fuentes, aunque ya sea una manzana, un soplo de aire de mar, o el olor de un aceite esencial, todo son frecuencias vibratorias que entran en nuestro organismo hasta llegar a cada chakra para energetizarlo y armonizarlo. Desde el Centro de Estética Algazul les proponemos un tratamiento exclusivo para abrir y armonizar los chakras.

 

Frecuencia de los chakras

Cada chacra vibra a una frecuencia determinada, más concretamente, vibra entre un rango de frecuencias que el cerebro humano interpretaría como colores. Las frecuencias se pueden medir por su longitud de onda en hercios, o lo que es lo mismo ciclos por segundo (cps), pero también se pueden medir en nanómetros que sería la distancia que hay en nanómetros entre una cresta de una onda y otra.

De esta forma, el rojo tiene una frecuencia de onda entre 620-750 nm mientras que el naranja la tiene entre 590-620 nm. Y así hasta llegar al violeta que es el color que vibra a una frecuencia más alta, o al blanco que contiene todas las frecuencias que acabamos de mencionar. Los 7 chakras del sistema tradicional hindú están en correlación con los 7 colores del arco iris tal y como vemos en este cuadro comenzando por el chacra Corona y terminando por el chakra Raíz.

 

Y así como cada chacka se corresponde con un color también se alinea con una piedra o cristal de esa misma frecuencia cromática.

Para los tratamientos específicos de armonización y apertura de chakras, en el  Centro de Estética Algazul solemos usar estas piedras:

Chakra Raíz: turmalina negra, jaspe rojo Chakra Esplénico o Hara: jaspe rojo Chakra Plexo Solar: ojo del Tigre, o citrino Chakra Corazón: cuarzo rosa Chakra Garganta: turquesa Chakra Tercer Ojo: lapislázuli Chakra Corona- cuarzo blanco

Las piedras poseen propiedades sanadoras. Tienen en su interior todo el poder y la energía de la tierra, conectan con nuestros centros energéticos, y nos ayudan a armonizarlos.


En el Centro de Estética Algazul, y mediante el Ritual de Energía y Espiritualidad, ofrecemos a nuestros clientes todo el poder de las piedras para equilibrar y energetizar nuestro organismo.  Para ello vamos colocando en los distintos chakras los cristales que se corresponden con su frecuencia vibratoria que también combinamos con la aromaterapia.


Así, vamos colocando un cristal de cuarzo transparente en la parte superior de la frente, donde se encuentra el Chakra Corona, Saciara, o séptimo chakra. Su color es blanco o violeta, y es él quien dicta las reglas de la naturaleza espiritual.


A continuación, colocamos una piedra violeta o azul añil en el centro de la frente, justo encima de los ojos. Una amatista o un lapislázuli son excelentes opciones. Aquí estamos trabajando con Ajan, el Chakra del Tercer Ojo, quien nos conecta con nuestra sabiduría intuitiva.


Según vamos bajando, llegamos a Bisada, el Chakra de la Garganta, o quinto chakra, su color es azul, y marca las reglas de la comunicación. Aquí colocamos un cristal azul, por ejemplo turquesas o aguamarinas.  


Angaataha, o el Chakra del Corazón, además de conectar los chakras superiores con los inferiores, es el centro del Amor, dirige el control de las emociones, y es uno de vórtices energéticos más importantes del cuerpo. Sus colores son el verde y el rosado, que se corresponden con el cuarzo verde o rosa. Estas piedras se sitúan en el centro del pecho.


El tercer chakra se llama Manicura o Chakra del Plexo Solar. Su color es el amarillo, y se encarga de potenciar la voluntad y el poder personal.  El ojo de tigre, citrino, o jade amarillo funcionan bien en el plexo.


El nombre popular del segundo chakra es el Ara, también conocido como Swadhishthana, o chakra sacro. Su color es naranja, y en él se sitúan nuestras capacidades creativas y procreativas. Nos conecta con la Madre Tierra. Para abrirlo colocamos una piedra de color naranja justo entre el ombligo y el pubis. Un cuarzo citrino va bien y también un jaspe rojo.

El Chakra Raíz, o Muladhara, nos conecta a la Tierra y al mundo material. Su color es el rojo. Se encarga de filtrar la energía kundalini así como de dictar las reglas del deseo sexual. Para equilibrarlo, a cada lado de la pelvis colocamos una turmalina negra o un jaspe rojo.

Una vez que hayamos terminado de colocar los cristales en los lugares indicados del cuerpo, cerramos los ojos, nos relajamos, y aspiramos la energía de cada uno de ellos.

Las piedras preciosas y semipreciosas están vivas y cargadas de fuerzas espirituales y terrenales. En los cristales vibran las energías sutiles, que pueden ser adaptadas para que coincidan con las vibraciones personales de cada uno y ayuden en nuestra armonización y equilibrio personal.

 

Con información de: www.itiee.org y http://www.teralte.com.es